domingo, 29 de abril de 2012

LA CONTRACCIÓN MUSCULAR


De los distintos tipos de músculos, los esqueléticos son los implicados en la locomoción. Se trata de músculos formados por millones de fibras musculares con capacidad para contraerse, es decir, para acortarse. 

ANATOMÍA FISIOLÓGICA DEL MÚSCULO ESQUELÉTICO

El músculo esquelético está integrado por numerosas fibras cuyo diámetro oscila entre 10 y 80 micras. En la mayoría de los músculos, las fibras se extienden por toda su longitud, excepto un 2% que se hallan inervadas por una única terminación nerviosa localizada en su centro.
Estas fibras, a su vez, están compuestas por unidades más pequeñas:
  •   Miofibrillas y filamentos de actina y miosina: Cada fibra muscular contiene entre cientos y miles de miofibrillas. Cada una de estas miofibrillas está formada por unos 1500 filamentos de miosina y 3000 de actina, que son polímeros proteicos responsables de la contracción muscular. Los filamentos de actina y miosina se superponen longitudinalmente formando estructuras denominadas sarcómeros, que son las unidades básicas de la contracción.
  •   El Sarcolema: Es la membrana celular de la fibra muscular. En el extremo de la fibra muscular, la capa superficial del sarcolema se funde con una fibra de tendón, que a su vez se unen en haces que forman los tendones musculares, que se insertan en los huesos.
  •   El Sarcoplasma: Las miofibrillas están suspendidas dentro de la fibra muscular en una matriz denominada sarcoplasma, que contiene grandes cantidades de potasio, magnesio, fosfato, enzimas y también por un enorme número de mitocondrias, necesarias para la contracción de las miofibrillas.
  •   El Retículo Sarcoplásmico: En el sarcoplasma también se halla un amplio retículo endoplásmico, que en la fibra muscular se denomina retículo sarcoplásmico. Este retículo presenta una organización especial, de gran importancia en el control de la contracción muscular.













Las fibras musculares presentan una estriación transversal, en la que se alternan zonas 

claras (banda I) con una línea oscura en el centro (línea Z), y zonas oscuras (banda A) con una zona clara (zona H).


La contracción muscular implica un acortamiento del músculo, debido al hecho de que los 
filamentos de actina y miosina se deslizan unos sobre otros incrementando su superposición y acortándose así la longitud del sarcómero.

MECANISMO GENERAL DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR

El comienzo y la ejecución de la contracción muscular se producen siguiendo las siguientes etapas:

1.  Un potencial de acción viaja por un nervio motor hasta el final del mismo en las fibras musculares.
2.  En cada extremo, el nervio segrega una pequeña cantidad de neurotransmisor: la acetilcolina.
3.  La acetilcolina actúa localmente, en una zona de la membrana de la fibra muscular abriendo múltiples canales para iones sodio compuerta operada por acetilcolina.
4.  La apertura de esos canales permite la entrada a la fibra muscular de grandes cantidades de iones sodio, en el punto correspondiente a la terminal nerviosa. De esta forma comienza un potencial de acción en la fibra muscular.
5.  Ese potencial de acción se desplaza a lo largo de la membrana de la fibra muscular, igual que sucede con los potenciales de acción en las membranas de los nervios.
6.  El potencial de acción despolariza la membrana de la fibra muscular y también viaja a su interior. Aquí provoca la liberación, desde el retículo endoplásmico hacia las miofibrillas, de grandes cantidades de iones calcio que se hallaban almacenados en el retículo.
7.  Los iones calcio inician fuerzas de atracción entre los filamentos de actina y miosina, haciendo que se deslicen juntos: éste es el proceso de contracción.
8.  Una fracción de segundo después, se bombean los iones calcio hacia el retículo sarcoplásmico, donde permanecen almacenados hasta que llegue un nuevo potencial de acción.


Podéis ver una animación sobre el proceso de contracción muscular aquí.


TIPOS DE CONTRACCIÓN MUSCULAR

  •       Contracción isométrica: Aquella en la que el músculo tiene los extremos fijos y no se puede acortar, por lo que desarrolla tensión. Un ejemplo sería el hecho de llevar a un niño en brazos. Nuestros brazos no se mueven y mantienen al niño en la misma posición, pero deben generar tensión para que el niño no se caiga.
  •       Contracción isotónica: Aquella en la que el músculo desarrolla una tensión constante a causa del movimiento de las articulaciones donde se encuentra insertado. Si esta tensión se hace extendiendo el músculo, se llama isotónica excéntrica. En cambio, si el músculo se contrae, se llama isotónica concéntrica.






sábado, 4 de febrero de 2012

LOS ANFIBIOS

Los anfibios (Amphibia, del griego αμφι, amphi ('ambos') y βιο, bio ('vida'), que significa «ambas vidas» o «en ambos medios») son los vertebrados terrestres más antiguos: los primeros ejemplares primitivos aparecieron más de 350 millones de años. Los anfibios son animales heterotermos, es decir, la temperatura de su cuerpo se adapta a la del entorno. De piel húmeda, pueden vivir tanto en el agua como en la tierra. La mayor parte pasa la fase larvaria en el agua, donde respiran por medio de branquias. Tras la metamorfosis y la formación de pulmones, los anfibios están en disposición de salir a la tierra y permanecer en ella largos periodos de tiempo. Se extienden por todo el mundo, salvo en la Antártida, aunque su hábitat es limitado ya que su vida depende de la existencia de agua dulce.

UNA VIDA EN EL AGUA Y EN LA TIERRA
Los anfibios descienden de una rama primitiva de los celacantos y fueron los primeros vertebrados que poblaron la tierra.
La mayoría necesita dos biotipos para vivir: agua y tierra firme. Incluso las especies que pasan todo el año en tierra, como, por ejemplo, los sapos, regresan al agua para desovar. El desarrollo de los renacuajos tiene lugar en este elemento sin excepción, pero mientras que las ranas y las salamandras pueden salir a la tierra cuando concluye esa etapa, casi todos los tritones permanecen en ella durante su vida adulta.

TRES ÓRDENES
Los anfibios suelen dividirse en tres órdenes fácilmente reconocibles por los rasgos externos de los animales, tales como la forma del cuerpo y las extremidades.
  • Cecilias: Las cecilias o ápodos son el orden más pequeño de los anfibios. Hasta la fecha se conocen unas 160 especies, aunque los investigadores creen que todavía quedan muchas por descubrir. Debido a su modo de vida recóndito, se desconoce si se encuentra en peligro. Algunas especies han sido descritas por la ciencia a partir de un único ejemplar, por el hecho de que no se les vea a menudo no implica necesariamente que sean raras.
  • Salamandras y tritones: El orden de los urodelos, las salamandras y los tritones, abarca unas 500 especies. Todos tienen un cuerpo alargado y cola, muchos de ellos poseen cuatro patas y están adaptados a la vida terrestre. La mayoría de las especies pasa gran parte del tiempo en tierra firme y únicamente va al agua para desovar. Las especies más pequeñas son más delgadas que un lápiz y apenas miden unos pocos centímetros, pero las más grandes pueden alcanzar dimensiones imponentes, como la salamandra gigante china (Andrias davidianus), que puede medir 1,5 metros de largo y pesar 20 kilos.
  • Ranas y sapos: El orden de anfibios más rico en especies es el de los anuros, con unas 5 500. Las ranas y los sapos pierden la cola durante el proceso de metamorfosis que los convierte en animales terrestres, y se desplazan saltando. Además existen en una gran diversidad de tamaños: por ejemplo, una rana cubana, la ranita de Monte Iberia (Eleutherodactylus iberia) es diminuta y ligera, mientras que la rana Goliat  (Conraua goliath), procedente de Camerún, tiene una longitud de 35 centimetros y un peso de 3 kilos. 

NUMEROSAS ESPECIES EN LOS TRÓPICOS
La mayor parte de las ranas y los sapos vive en latitudes tropicales y subtropicales, donde las temperaturas son altas y estables y hay una gran oferta de alimento disponible. A algunas especies se les puede encontrar excepcionalmente incluso en zonas desérticas, como, por ejemplo, la rana Australiana Cyclorana novaehollandiae, que puede superar una sequía, enterrada, hasta siete años.

Cyclorana novaehollandiae
En hábitats con altas temperaturas y ambientes húmedos en consonancia, como la cuenca del Amazonas o las montañas de América central, el número de especies es extraordinariamente elevado. En estas condiciones suelen desarrollarse innumerables poblaciones pequeñas. Éstas pueden resultar muy interesantes a los estudiosos de la evolución de las especies, pero están en un grave peligro debido al limitado espacio que ocupan. La más mínima transformación del hábitat  provoca una fuerte disminución o la total desaparición de las poblaciones, como ha ocurrido en Centroamérica, donde varias docenas de ranas de flecha y ranas arbóreas se extinguieron  antes de que los científicos pudieran describirlas.


DIFERENTES METODOS DE REPRODUCCION
El único requisito para la reproducción de los anfibios es la presencia de agua: todos depositan sus huevos en aguas estancadas o bien en terrenos pantanosos y praderas inundadas. Aparte de esto, las especies tienen muy pocas características en común. Algunos anuros llegan a poner hasta 10.000 huevos, mientras que otros solo cinco o seis. Los renacuajos, las larvas de las ranas y sapos, son acechados por numerosos depredadores. Por ello solo dos o tres de cada cien llegan a la etapa adulta. 
Los huevos de los anuros, donde se desarrollan los renacuajos, están rodeados de una sustancia gelatinosa que se hincha en el agua y que los protege de la desecación.
Tras la fecundación y la eclosión del huevo, las larvas de las ranas flecha son llevadas –a menudo, de una en una- a las nervaduras húmedas de las hojas y alimentadas durante algunas semanas. Los renacuajos se encaraman encima del padre, que segrega una sustancia de la que se nutren, y la hembra también les proporciona alimento.
Un cuidado de las crías verdaderamente digno de mención es el de la rana Australiana Rheobatrachus silus. La hembra se engullía los huevos y los empollaba unas ocho semanas en el interior de su estómago, tiempo durante el cual ni ingería alimento alguno ni producía jugos gástricos. Una vez que las crías superaban la fase larvaria, la madre las escupía sin vacilar en el estanque más próximo y las abandonaba.


LA PIEL DE LOS ANFIBIOS
Los anfibios tienen recubierto su cuerpo por una piel permeable extremadamente sensible que siempre debe estar humedecida. Esto lo consiguen a través de sus líquidos corporales, mediante la alimentación y, en última instancia, gracias al agua de su hábitat. Además, pueden minimizar o evitar una perdida excesiva de humedad manteniéndose en un entorno a la sombra. Otro factor que también influye en la permeabilidad de la piel de estos animales es la actividad que llevan a cabo: por ejemplo, al hibernar, algunas especies consiguen evitar la ingestión de agua.


UN VENENO MORTAL EN LA PIEL
Muchos anfibios poseen en su piel glándulas venenosas. El hecho de secretar sustancias tóxicas les es muy útil, pues gracias a ellas cualquier depredador evitará en lo posible entrar en contacto con ellos.
Especialmente famosas por su veneno son las ranas de flecha de las selvas tropicales de Sudamérica y América central, que producen una de las sustancias tóxicas más fuertes del reino animal, capaz de matar a una docena de personas.


ANFIBIOS EN PELIGRO
Según la UICN, cerca del 30 % de las especies de anfibios está amenazado. Las causas de esta situación son, por un lado, las transformaciones del ambiente y, por otro, el envenenamiento de los ecosistemas con pesticidas y otros productos tóxicos similares. El problema se agrava por la dualidad de entornos, que los deja expuestos a los peligros procedentes de los medios terrestre y acuático, y por la permeabilidad de su piel.

lunes, 16 de enero de 2012

PARQUE NACIONAL DE PICOS DE EUROPA

INTRODUCCIÓN
El Parque Nacional Picos de Europa se encuentra en las provincias de Cantabria, Asturias y León, siendo el único Parque Nacional perteneciente a tres comunidades autónomas diferentes y gestionado de forma conjunta.


SITUACIÓN

El Parque Nacional de los Picos de Europa constituye uno de los principales tesoros naturales españoles, situándose en la parte central de la Cordillera Cantábrica, a caballo entre tres comunidades autónomas: Asturias, Cantabria y Castilla y León, aportando esta ultima la mayor superficie del Parque Nacional con sus dos municipios, Valle de Sajambre y Valle de Valdeón. El parque engloba tres macizos calizos bien diferenciados, el occidental o del Cornión, el central o de los Urrielles, y el oriental o de Andara, delimitados en parte por espectaculares desfiladeros (Los Beyos, la Garganta del  Cares y la Hermida), mostrando un relieve extraordinariamente escarpado con diferencias de cota entre las cumbres y los valles que llegan hasta los 2500m.



PROTECCIÓN
Los Picos de Europa constituyen uno de los enclaves montañosos más sobresalientes de la Cordillera Cantábrica, con un alto interés botánico, zoológico, geológico, geomorfológico y paisajístico.
El macizo occidental fue declarado Parque Nacional el 22 de julio de 1918 por Alfonso XII bajo el nombre de Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, siendo el primer espacio protegido del país. Inicialmente comprendía 16.925 ha, hasta que el 30 de mayo de 1995 se amplió su extensión hasta las 64.660 hectáreas actuales. Ese año entró a formar parte de la Red de Parques Nacionales y siendo uno de los primeros espacios naturales protegidos. 
El 9 de julio de 2003 la Unesco aprobó la propuesta que lo convierte en Reserva de la Biosfera.

La declaración de este Parque Nacional tiene por objeto:
a) Proteger la integridad de los ecosistemas incluidos dentro de sus límites, que constituyen una representación significativa de los sistemas naturales y seminaturales asociados al bosque atlántico en la provincia orocantábrica, así como de los elementos físicos y biológicos que los caracterizan.
b) Contribuir a la protección, recuperación, fomento y difusión de los valores culturales y antropológicos que conforman la historia de este espacio natural.
c) Facilitar el conocimiento y disfrute  de sus principales valores asegurando, siempre en forma compatible con su conservación, tanto la actividad investigadora y educativa como el simple acceso de los visitantes.
d) Aportar al patrimonio nacional, europeo y mundial una muestra representativa de los ecosistemas de montaña en los Picos de Europa, y su legado natural y cultural, participando en los  programas nacionales e internacionales de conservación de la biodiversidad.


ECOSISTEMA
En los Picos de Europa predominan los ecosistemas de montaña y,  en concreto, el bosque atlántico. En este Parque Nacional podemos encontrar extensos bosques caducifolios, roquedos y praderías, hayedos, encinares, montañas alpinas y subalpinas, lagos de origen glaciar, turberas y ríos de altas montañas. 

CONDICIONES CLIMÁTICAS

Los ecosistemas de bosque atlántico se caracterizan por sus abundantes precipitaciones, distribuidas durante todo el año. Esta humedad asegura la existencia de una importante masa vegetal. En general el clima en los Picos de Europa es suave, pues las temperaturas están moderadas por la proximidad al mar. Sin embargo, el clima es más extremado cuanto mayor es la altitud, alcanzando el mayor rigor en invierno, con fuertes nevadas que se mantienen generalmente hasta Mayo. Ocasionalmente puede llegar a nevar en verano.
Septiembre suele ser el mes más despejado y luminoso.
Existe también un fenómeno relacionado con las nieblas, "los mares de nubes", que se forman por el descenso de la temperatura por las noches, permitiendo al observador contemplar un cielo azul y despejado, teniendo a sus pies las cimas más bajas emergiendo entre las nubes: un autentico espectáculo.


FAUNA
La  enorme  extensión de Picos de Europa facilita la existencia de  una  variada  y  compleja gama de representación animal, que va desde el oso hasta los pequeños roedores,  pasando por una gran representación de aves rapaces. Se calcula que esta zona existen, al  menos,133 especies de aves, 44 de mamíferos y 32 de anfibios y reptiles.

Las especies más representativas de los Picos de Europa son:
  • El rebeco cantábrico: Es la especie más característica de los Picos de Europa. Habita en el límite superior de los bosques subalpinos y muy cerca de los glaciares y las nieves perpetuas. Atraviesa tramos de nieve o hielo con mayor seguridad que las cabras montesas y recorre con igual facilidad paredes casi verticales, sólo a ellos accesibles.
  • El urogallo cantábrico: Es un Lagópodo de gran tamaño, que llega a alcanzar 86 centímetros el macho y 61 centímetros la hembra. Construye el nido entre la maleza, se alimenta de insectos, bayas, hierbas y cuando escasea la comida, con acículas de coníferas.
  • El oso pardo: Mamífero omnívoro y plantígrado de casi 1 metro de largo. Tiene la cabeza grande con ojos pequeños y extremidades fuertes con uñas y un cuerpo poderoso cubierto de pelo fuerte y abundante. Es un animal merodeador, se alimenta de todo tipo de vegetales y peces durante el verano, pues en invierno están aletargados
  • El águila real: Habita principalmente en zonas montañosas. Es el águila más grande de todas las españolas. Mide de 76 a 89 centímetros y caza pequeños mamíferos como perdices y liebres que lleva al nido, generalmente situado en la parte más baja del territorio de caza, para que el transporte sea lo menos penoso posible.
  • Lobo: Mamífero carnívoro, con aspecto de perro, de pelo grisáceo oscuro, que puede medir un metro desde el hocico hasta la punta de la cola. Es un animal salvaje, que vive en manadas, muy jerarquizadas. Cazan en grupo poniendo en práctica verdaderas tácticas de ataque. En primavera tienen sus crías, los lobeznos, en número de 4 a 6. La hembra los cuida y caza lejos de la madriguera para alejar el peligro.
  • Gineta: Pertenece a la familia de los vivérridos y, a pesar de su desproporción (tiene el cuerpo alargado y las patitas muy cortas) es muy ágil. Su piel es de color grisáceo y está manchada con lunares y rayas negros. Son de costumbres nocturnas, caza grandes y pequeños roedores, aves, come huevos, insectos anfibios, reptiles y no desprecia ciertos frutos. Su ferocidad hace que prácticamente no tenga predadores.

Otras especies abundantes  son  los  corzos,  ciervos,  zorros,  tejones, comadrejas, jabalíes,  búhos reales, buitres, cernícalos, azores, etc.
En los ríos y riachuelos abundan aún las truchas, ya que la pesca está prohibida. En los ríos que van al Cantábrico nacen los salmones, que son cada vez más escasos.




FLORA
Las grandes diferencias de altitud ocasionan en los Picos de Europa variedades climáticas y en consecuencia, de vegetación. En total se puede hablar de unas 70 especies arbóreas y unas 700 de matorrales y herbáceas. Se  da  la  circunstancia  de  que muchos de los bosques que en su día poblaron las laderas más  bajas  de  estos  montes  fueron  sustituidos  por  prados  artificiales  de hierba para el ganado. Hoy, con el declive del pastoreo  y  con  la  crisis  de  la  ganadería,  algunas de las zonas tradicionales de pastos  están  siendo  invadidas por matorrales, sobre todo de tojo y brezo. En  las  partes  más  bajas  de  las  laderas  se  encuentran  los   bosques   más   frondosos, destacando  entre  las especies más numerosas y comunes el roble, avellano, castaño, arce, tilo, fresno, cerezo o nogal.  En  la  zona  más  oriental  y  por lo tanto  más cercana al clima mediterráneo, aparecen otras especies menos abundantes,  pero  sí representativas como la encina, alcornoque, madroño o laurel. Por  encima  de los 500 metros de altitud, las especies  más  numerosas  son  el  roble  y  el haya, cuya presencia  puede  llegar  hasta  los 1500 metros de altitud, junto a otras especies como  más  resistentes  como   el   tejo  o   el abedul.   En  las  cimas  de  las  montañas   la vegetación escasea y se  limita  a  matorrales, líquenes  y  algunas   herbáceas   que   logran soportar los extremos del clima.


MÁS INFORMACIÓN

Aquí dejo el enlace a un interesante documental sobre el Parque Nacional de los Picos de Europa.